03/06/2017 - Marcos Carol es uno de los jugadores del equipo de Independiente, que cumplió bien con sus funciones cada vez que le tocó entrar a la cancha para defender la camiseta aurinegra. Pero además, es profesor de Educación Física y encontró así la forma de seguir ligado al deporte, enseñando y educando a través de él.
Y explicó cómo debió resignar un año con Independiente, para poder terminar con sus estudios: "He estudiando el primero y segundo año jugando al fútbol, en mitad de tercer año de Educación Física he dejado el
fútbol por casi un año y después he arrancado
de nuevo en Independiente".
Sobre su rol de entrenador de vóley en las categorías Formativas de Fernández Vóley, relató: "Soy joven todavía
y estoy a la par de las chicas, siempre manteniendo el respeto y
la seriedad que corresponden pero si hay momentos de risas, de
complicidad pero siempre tratando de mantener una seriedad que es
esencial porque uno está al frente de chicas que por ahí se están formando como
personas. Los deportes te dan muchos valores, yo he crecido así
con los valores del deporte; que te marca, te da un carácter, te enseña sobre el compañerismo, el respeto, el compromiso y creo que todo eso suma. La meta de enseñar es educar y creo que en el vóley lo hago de esa manera".
"En mi vida es difícil mantener un equilibrio porque antes era distraído, no me importaba mi imagen y ahora me doy cuenta que realmente hay etapas de la vida para cada
cosa y creo que he vivido mis etapas bien. Creo que gracias a Dios, por
la ayuda de mis padres y todo el apoyo que he tenido hoy tengo mis ocupaciones y hago
lo que me gusta", agregó el defensor aurinegro.
Por último, Carol contó cómo vivió esta campaña histórica del Club Independiente, de la cual fomró parte, a veces desde el banco y otras desde el once inicial.
"Toda la semana esperaba ansioso el partido y cuando me tocaba estar, lo hacía con mucha alegría; cuando me tocaba estar del otro lado realmente era una mezcla de todo, de tristeza por no poder estar, de angustia por quedar afuera pero, al mismo tiempo alegre por ver el buen momento que pasábamos cada uno de los chicos y en lo grupal también, en el club que uno es hincha. Y en el final de cada partido se me iba toda esa tristeza, se transformaba en alegría", concluyó.
"Toda la semana esperaba ansioso el partido y cuando me tocaba estar, lo hacía con mucha alegría; cuando me tocaba estar del otro lado realmente era una mezcla de todo, de tristeza por no poder estar, de angustia por quedar afuera pero, al mismo tiempo alegre por ver el buen momento que pasábamos cada uno de los chicos y en lo grupal también, en el club que uno es hincha. Y en el final de cada partido se me iba toda esa tristeza, se transformaba en alegría", concluyó.
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