05/04/2014 - El clásico entre Independiente y Sportivo Fernández se vivio hoy con mucho fervor, emoción y el fanatismo de siempre; pero lo más importante fue que terminó en paz. MÁS DEPORTES te muestra todo el color y el calor de los hinchas aurinegros y albicelestes, que colmaron el estadio para animar a sus equipos.
Horas antes del inicio del partido, Fernández ya era una fiesta. Hinchas de Independiente y Sportivo teñían las calles de la ciudad hasta el ingreso al estadio, que estuvo bien custodiado por los sesenta efectivos policiales encargados del
Una vez adentro de la cancha y minutos antes del ingreso de los equipos, los hinchas mostraron sus banderas, los de Sportivo ubicados en la tribuna visitante, que da a espaldas de la calle Congreso y los de Independiente en la local, de la calle Moreno, las dos colmadas.
Los locales recibieron a su equipo, hacedor de una hazaña, con una presentación inolvidable para los jugadores. En la entrada a los vestuarios hubo porristas aurinegras y antes de la salida del equipo de Valoy, chicos de las Divisiones Inferiores salieron con letras bien grandes amarillas y negras que formaban la palabra CAMPEÓN.
La explosión fue encabezada por el capitán "Macho" Ibáñez a la salida del improvisado túnel, con papelitos y fuegos artificiales, el tradicional saludo a la hinchada y la formación para la foto del equipo. A continuación salió Sportivo, que cruzó la mitad de cancha para encontrarse con sus hinchas, por primera vez en el año y recibir aliento. Con mucha serpentinas y luego de la foto de rigor también, la fiesta continuó con el juego.
Durante todo el partido ambas hinchadas tuvieron su duelo y animaron cada acción. No faltó ningún personaje futbolero y todo se desarrolló en un ambiente colorido y familiar.
Al finalizar el partido, los hinchas aplaudieron a sus escuadras y los de Sportivo se despidieron sin generar inconvenientes a su salida; mientras los de Independiente se metieron a la cancha para celebrar con los protagonistas y felicitarlos por el doble logro. La nota mala fue, como ya es una tradición en el fútbol local, "el pedido" de indumentaria de los hinchas a los jugadores, algunos debieron ceder y otros debieron salir a festejar en paños menores para evitarlo.
Más allá de eso, el clásico fernandense se vivió con fervor, alegría y fue una fiesta, con dos nobles equipos en la cancha que brindaron un gran espectáculo futbolístico.
Gesto
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