13/12/2014 - El masajista del Club Independiente Don Orlando Figueroa egresó este año como Perito Comercial en la Escuela Piloto, con sus 61 años se convirtió en ejemplo para compañeros y profesores y llenó de orgullo a su familia.
Orlando Antonio Figueroa tiene 61 años y en el mundo del
deporte es conocido porque cumple la función de masajista en el Club
Independiente; pero también es esposo de Juana, papá de Gisele y abuelo de
Iara, Alan, Nazarena y Milagros.
Los roles en la vida de “Don Figue” son muchos porque él se
da la oportunidad de cumplirlos. Trabaja en el Vivero desde hace tiempo y tres
años atrás se propuso terminar la secundaria y convertirse también en
estudiante, después de muchas décadas de haber abandonado la escuela.
Justamente su hija Gisele fue la que tiró la idea, él aceptó
el reto y hoy pudo cumplir su anhelo al egresar como Perito Comercial
especializado en Técnicas Bancarias e Impositivas.
UNA NOCHE INOLVIDABLE
El orgullo se cristalizó en la mirada llena de lágrimas
contenidas de Gisele y también la emoción en el abrazo de Juana. Junto a sus
veinteañeros compañeros, “Don Figue” no pudo ocultar su alegría, con la
serenidad que lo caracteriza por supuesto, pero con ese aire del deber
cumplido.
Así fue la noche en la que recibió su certificado de “Egresado
2014”, muy emotiva. Fue uno de los primeros en ser presentado y entrar en el acto
preparado especialmente para los estudiantes. Más tarde recibió al igual que
sus compañeros el diploma por haber cumplido con el plan de estudios que duró
tres años y también tuvo una mención especial por haber sido el alumno mayor de
la Promoción 2014, como fiel ejemplo de voluntad y constancia.
QUERER ES PODER
“Don Figue” está ligado estrechamente al Club Independiente
de Fernández, vive al frente de la cancha y desde hace ya algunos años que es
el masajista del equipo. A principio del 2014 fue integrante del plantel campeón que logró
el ascenso del Torneo del Interior, acompañó al equipo en el torneo local de la
Liga Santiagueña de Fútbol, también estuvo junto a las Divisiones Inferiores
del club y ayudó al plantel del Torneo Federal B.
Pero Independiente no ocupa todo su tiempo porque como todos
los demás, Don Figue tiene su trabajo y reparte sus horas entre Independiente y
el Vivero, donde cumple con sus actividades diarias. A pesar de eso, él se
animó a un compromiso muy grande que significó terminar la secundaria.
Muchas veces después de los entrenamientos salía apurado
para cambiarse e ir al Perito, las bromas no faltaban cuando algún jugador o
integrante del cuerpo técnico comentaba: “Don Figue se fue a la Escuela”.
Siempre con respeto por el gran ejemplo que sin proponérselo
le brindó a los más chicos, esos que la mayoría de las veces resignaron sus
estudios por “jugársela” e ir en busca de
su sueño, que es jugar al fútbol.
“Ojalá sea un ejemplo para ellos”, dice él con humildad y se
anima a contar su historia. Esta historia que merece ser contada.
Más Deportes: ¿Cómo surgió la idea de retomar la secundaria?
Orlando Figueroa: “En realidad mi hija fue la que me propuso
retomar mis estudios porque ella había terminado la primaria y suspendido la
secundaria así que me dijo vamos a entrar en el Perito y yo le dije que si me
aceptaban no había problema. Me inscribí, el primer año lo hicimos en la Piloto
y fue muy difícil porque me costó un poco pero con la ayuda de profesores y
compañeros he podido terminar, aunque me llevé matemáticas e inglés; ya en el
segundo año reaccioné mejor y no me llevé ninguna materia siempre con la ayuda
de los profesores que fueron buenos conmigo y este año que fue el último,
gracias a Dios pude terminar sin llevarme materias. Formamos un lindo grupo con
los chicos, ellos me hicieron sentir como uno más de ellos y este último año
sentí que fue el más fácil”.
MD: ¿Fue difícil compartir con chicos jóvenes?
OF: “No lo fue tanto porque formamos un grupo que siempre
nos animamos, porque a veces cuesta por el trabajo y uno no quiere seguir más,
muchas veces me pasó eso y quise dejar, pero ellos fueron los que me empujaron a terminar
esto, ha sido un grupo muy unido”.
MD: ¿Y dividirse el tiempo en el club, su trabajo y también
el estudio?
OF: “Eso fue difícil pero uno cuando quiere algo cuesta
sacrificio y ha valido la pena; mi trabajo en el vivero y venir al club
también, de aquí ir a la escuela; pero en la parte económica me ayudó mucho el
club. Costó bastante pero valió la pena el sacrificio”.
MD: La familia debe estar muy contenta por el logro…
OF: “Si por supuesto, somos en total nueve hermanos, tengo
tres hermanos mayores; pero soy el primero del segundo matrimonio de mi mamá y
el único que terminó la secundaria. Fue algo hermoso poder terminar algo que
siempre anhelé, se dio la posibilidad y mi familia está muy contenta; la gente
que me conoce también me felicita y me dice que fue lo mejor que hice”.
MD: ¿Es cierto que quiere seguir estudiando?
OF: “Si, siempre quise estudiar medicina, antes hice un
curso de paramédico y al año quisiera hacer un curso de auxiliar en
kinesiología, ojalá que pueda hacerlo y eso sería lo último que hago, si no se
abre otra oportunidad esa es mi próxima meta. Para complementar mi trabajo en
el club y porque me gusta porque yo tengo mi trabajo, pero siempre me interesó
ese aspecto”.
MD: ¿Cree que puede ser un ejemplo para los jóvenes que no
terminaron sus estudios y no se animan?
OF: “Ojalá que sea un ejemplo para otras personas más chicas,
siempre charlo con los chicos del club y los aliento a terminar la secundaria
porque no es difícil, tienen la posibilidad de hacerlo en el Perito porque
pueden venir a entrenar y después ir al Perito, es algo muy necesario para
conseguir trabajo. Yo les digo que ojalá tengan la suerte de seguir en el
fútbol, pero igual les hace falta tener la secundaria”.
MD: ¿Qué es lo que ganó, más allá del título en estos tres
años en el Perito?
OF: “He ganado la amistad de mis compañeros, el respeto de
ellos y mío hacia ellos también, pero la amistad es lo más importante porque me
sentí un joven más entre ellos. Logré también que ellos puedan pensar de otra
manera, de que si se puede y que nada es imposible con voluntad, si es muy
difícil pero no imposible”.
Voluntad e inspiración son los valores más importantes que
Orlando Figueroa brindó y recibió en su paso por el Perito, seguramente esas
cualidades quedarán grabadas en los corazones de los compañeros y profesores de
la tan especial Promoción 2014.
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